NUTRICIÓN DE PERROS EN CRECIMIENTO.
La mayoría de cachorros de perros y gatos son completamente destetados de su madre y están listos para trasladarse a sus nuevos hogares entre las 7 – 9 semanas de edad.
Para los perros, supone un momento ideal para entrar en su nueva casa, porque el periodo primario de socialización se presenta entre las 5 – 12 semanas. A las 7 semanas, los perros han invertido suficiente tiempo con la camada como para haber realizado una socialización adecuada. El resto de este importante periodo de socialización, puede realizarse con sus nuevos propietarios. Aunque el periodo de socialización no está tan bien estudiado en los gatos, se cree que los gatos también sufren el periodo de socialización primario a las mismas edades.
Necesidades nutricionales de perros y gatos en crecimiento.
El periodo más rápido de crecimiento se presenta durante los 6 primeros meses de vida. Las razas grandes de perros alcanzan su madurez entre los 10 – 16 meses, mientras que las razas más pequeñas y gatos llegan al tamaño adulto entre los 6 – 12 meses.
Cuando llegan a la madurez, la mayoría de perros y gatos han aumentado su peso al nacer, entre cuarenta y cincuenta veces más. Este crecimiento y desarrollo enormes, se hacen en un periodo relativamente corto.
Los cachorros deben ser alimentados con una dieta formulada para su crecimiento. La etapa de crecimiento representa un periodo de rápido desarrollo y crecimiento tisular que se refleja en una aumento de la demanda energética y de nutrientes esenciales. También es necesario tener presente que las necesidades nutricionales adicionales para crecimiento son rápidamene abastecidas a través del aumento de la cantidad de alimento que el animal consume para cubrir sus elevados requerimientos energéticos.
No hay ninguna evidencia de que las mascotas en crecimiento requieran algunos nutrientes no necesarios en adultos. Tampoco hay evidencia de que existan diferencias entre los requerimientos de distintas razas.
Energía.
Las necesidades energéticas del crecimiento son superiores a las de cualquier otro periodo de la vida si exceptuamos la lactación. Las necesidades energéticas de un perro en crecimiento son aproximadamente el doble de las de un perro adulto del mismo tamaño.
Tras los 6 meses de edad, las necesidades empiezan a declinar a medida que la velocidad de crecimiento disminuye.
La ingesta energética de un perro joven debe ser aproximadamente el doble la que requiere su mantenimiento hasta que llega al 50% de su peso adulto.
A partir de aquí la ingesta debe reducirse aproximadamente a 1,6 veces el nivel de mantenimiento, para disminuir aún más hasta 1,2 veces el nivel de mantenimiento cuando alcance el 80% de su peso de adulto.
Proteínas.
Los requerimientos proteicos de cachorros en crecimiento son más elvados que los de los animales adultos. Además de sus necesidades de mantenimiento, los cachorros necesitan proteína para atender las demandas de los nuevos tejidos que se asocian al crecimiento.
Los alimentos para perros y gatos en crecimiento deben contener una cantidad de proteínas ligeramente más a
elevada que los alimentos diseñados para satisfacer las necesidades de animales adultos en mantenimiento.
Aún más importante, es que estas proteínas sean de calidad y altamente digestibles. El porcentaje real de proteínas de la dieta no es tan importante como el equilibrio en la relación proteína / energía.
La proporción mínima de energía que las proteínas deben aportar en la dieta para un perro en crecimiento es de aproximadamente el 22% de Kcal de la energía metabolizable (EM), el mínimo para los gatos en crecimiento es de 26,25%
Calcio y fósforo.
Contrariamente a la creencia popular, no deben administrarse a los perros en crecimiento dietas que contengan un cantidad excesivamente elevada de calcio y fósforo.
La mayoría de alimentos comerciales para animales contienen algo más de los niveles recomendados de calcio y fósforo, por lo que aportan una cantidad más que adecuada de estos minerales a los animales en crecimiento.
A pesar de lo que creen muchos criadores y propietarios, el animal en crecimiento no requiere una suplementación de calcio por encima de lo aportado por un alimento comercial equilibrado.
El exceso de calcio no solo no es necesario, sino que puede contribuir al desarrollo de ciertas alteraciones esqueléticas en las razas grandes o gigantes de perros.
Digestibilidad y densidad energética.
La digestibilidad de los alimentos y su densidad energética son aspectos importantes en el crecimiento.
Perros y gatos en crecimiento tienen unos requerimientos más elevados que los adultos, pero su capacidad digestiva es menor, su boca es más pequeña y tienen menos dientes y de menor tamaño.
Estos condicionantes limitan la cantidad de alimento que un animal joven puede consumir y digerir en cada comida o periodo de tiempo. Si una dieta es de digestibilidad baja o su densidad energética es escasa, deberá consumir una mayor cantidad. Los efectos de la baja digestibilidad se acentúan por el hecho de que a medida que se aumenta la cantidad de pienso a administrar, la digestibilidad aún decrece más.
Cuando se da un alimento de baja calidad o con baja densidad energética a animales en crecimiento, puede llegar a saturarse la capacidad del estómago del animal antes de haber consumido los nutrientes necesarios. El resultado será un problema de crecimiento y afectación del desarrollo muscular y esquelético. En animales jóvenes la ingestión de niveles de nutrientes adecuados no debe verse afectada por el tamaño del estómago del animal. Los animales se beneficiarán de alimentos de alta densidad nutricional.
Evitar la sobrealimentación.
Es importante evitar la sobrealimentación. Una discreta sobrealimentación durante el crecimiento conduce a una aceleración de la tasa de crecimiento y puede predisponer al animal a la obesidad en estadíos más tardíos de su vida.
Cuando se produce obesidad en un animal joven, se aumenta tanto el número como el tamaño de las células grasas del cuerpo. Este alto número de adipocitos (células almacenadoras de grasa) produce un porcentaje más elevado de grasa corporal incluso si el animal no tiene sobrepeso.
Así un animal con hiperplasia de células grasas produce un porcentaje más elevado de grasa corporal total que un animal que pese aproximadamente lo mismo pero que tenga un número normal de células grasas.
Además el crecimiento superfluo del número de células grasas durante el periodo de crecimiento produce un estímulo a largo plazo para ganar un peso excesivo en forma de exceso de adipositos que requieren llenarse de grasa, produciéndose una predisposición a la obesidad en la edad adulta y dificultad para perder peso cuando ésta se haya producido.
La segunda razón por la que no es aconsejable la sobrealimentación en la etapa de crecimiento, es que, en razas grandes y gigantes de perros, una tasa de crecimiento elevada puede conducir al desarrollo de ciertas anomalías esqueléticas.
Entre las enfermedades esqueléticas de desarrollo frecuente en los perros jóvenes se incluye la osteodistrofia hipertrófica, osteocondrosis y la displasia de cadera.
La genética juega un importante papel en estas enfermedades, pero no es la única responsable de su existencia. Se estima que la displasia de cadera tiene un componente hereditario de un 40% jugando un papel importante los factores ambientales en la expresión de la enfermedad. La nutrición es uno de estos factores que contribuyen decisivamente, en especial en situación de animales alimentados para una velocidad máxima de crecimiento.
Por el contrario, está demostrado que los perros alimentados durante el crecimiento con niveles algo restringidos de una dieta bien equilibrada no sufren ninguna alteración del desarrollo de su tamaño corporal final. Animales con tasas de crecimiento algo más lentas, llegarán a su tamaño adulto normal, aunque en una época más tardía.
Manejo de la alimentación durante el crecimiento.
Una tasa de crecimiento óptima se consigue mediante un control estricto de las raciones y a través del control frecuente del aumento de peso del animal.
Una dieta de alta calidad y altamente digestible, formulada para el crecimiento, debe darse mediante raciones controladas. Deben darse 3 – 4 pequeñas raciones por día hasta que el perro tenga 4 – 6 meses de edad, tras este periodo deben darse 2 raciones diarias. Los perros adultos pueden recibir indistintamente una o dos raciones diarias. Sin embargo la mayoría de perros, especialmente los de razas grandes, se adaptarán mejor a 2 comidas diarias.
La alimentación a libre disposición no es recomendable para perros en crecimiento, porque la mayoría de los ingredientes de los piensos de crecimiento son energéticamente muy densos y muy apetecibles.
Aunque algunos perros son capaces de autorregular su ingesta, la mayoría consumirá en exceso estos alimentos. Los perros deben alimentarse con dietas racionadas hasta que llegan al 80 – 90% de su peso adulto.
Si el propietario desea, eventualmente, cambiar a un régimen de libre disposición, deberá hacerlo sólo tras haber llegado el perro a su tamaño de madurez.
La conducta alimentaria normal de los gatos consiste en un consumo frecuente de cantidades pequeñas de alimento a lo largo del día. Si realizan el ejercicio adecuado, la mayoría de gatos en crecimiento pueden autorregular su ingesta con dietas a libre disposición. En general la ingesta energética excesiva y la velocidad excesiva de crecimiento, no son problemas frecuentes de los gatos en crecimiento.
Ejercicio regular.
Además del control de la dieta, los propietarios deben proporcionar períodos regulares de ejercicio vigoroso a los perros que están creciendo.
El ejercicio contribuye a alcanzar un balance energético adecuado y mantiene un desarrollo muscular normal. Los perros jóvenes deben hacer ejercicio para mantenerse fuertes y con una condición muscular satisfactoria a lo largo del periodo de crecimiento.
Aspectos prácticos de la alimentación de perros y gatos en crecimiento.-0 Dar una dieta altamente digestible, alta en nutrientes y formulada para el crecimiento.
-1 Suministrar el alimento según el esquema de raciones controladas.
-2 Dar 3-4 comidas diarias hasta los 4-6 meses de edad. Después pasar a dos comidas diarias.
-3 Alimentar para conseguir una tasa de crecimiento promedio propia de la raza y para que se desarrolle sin acumular grasa.
-4 Evitar la sobrealimentación o alimentación que intente promover una velocidad de crecimiento máxima.
-5 Proporcionar ejercicio regular diario.
-6 No añadir suplementos a una dieta equilibrada para animales en crecimiento.
Correr, nadar o cazar durante 20 – 40 minutos diarios resulta adecuado para la mayoría de perros. También deben evitarse los períodos excesivos de ejercicio que sobrecarguen de manera prolongada las articulaciones en desarrollo, especialmente en los perros de razas grandes.